miércoles, 9 de septiembre de 2015

El primer LOBO de mi hijo Diego

Mi hijo Diego y yo nos levantamos de madrugada, antes del amanecer y nos dirigimos a la montaña de León con la esperanza de ver un Lobo ibérico; de verlo sería el primer avistamiento de esta especie para mi hijo. Sus ojos llenos de ilusión me decían que este podía ser el día. En el trayecto en coche vimos Jabalíes, Corzos y hasta una Gineta, que aprovechaban las últimas horas de la noche para sus desplazamientos y alimentación.

Al llegar, nos apostamos en un alto, enmascarados entre la vegetación, con nuestra mirada fija en el horizonte, todavía adornado con finas cortinas de niebla.

¡Que soledad, que tranquilidad, que bello sonido el del bosque al amanecer! 

Pero el Lobo, animal mítico pero a la vez maldito todavía hoy para muchos hombres, no se dejaba ver. El movimiento nervioso de los Ciervos y el alarmante canto de los Arrendajos nos indicaban que los Lobos no podían estar lejos. Y fue cuando, con los primeros rayos del sol, apareció en lo más alto del cerro, un precioso ejemplar de Lobo ibérico. Desde este lugar dominaba todo el valle.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Mi hijo Diego, de 8 años de edad, no se lo podía creer, allí estaba su sueño; con el telescopio disfrutó de cada uno de los detalles y movimientos de tan bello animal. Sobretodo, y a pesar de la distancia, quedamos impactados de su penetrante mirada, siempre alerta para detectar cualquier peligro. La observación fue larga, duró 40 minutos. Pudimos ver como el Lobo sesteaba y descansaba de su ajetreada noche, mientras que la hembra y los otros miembros de la manada nos pasaron desapercibidos.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)
Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Lobo ibérico (Canis lupus signatus)

Las fotos son las que son, ya sabemos que nunca podríamos captar en ellas la emoción de este momento único para nosotros. Pero somos conscientes que en estos casos, y más tratándose de esta especie, es más importante mantener las distancias para evitar la más mínima molestia al Lobo.
Además, hay que tener en cuenta que nosotros mismos, sin quererlo, podemos delatar su presencia a cazadores y gente sin escrúpulos, que no dudaría en envenenarlos o en pegarles un tiro.


VIDEO:



Saludos y gracias por visitar nuestro blog

¡Seguimos pajareando y mucho más!  

9 comentarios:

  1. Enhorabuena y bienvenido al apasionante mundo del lobo que si te atrapa en su halo de majestuosidad estás perdido sin remisión. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi un lobo, tendría unos 7 años y os aseguro que no se olvida jamás. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero haberle conseguido la impronta a mi hijo, y que no lo olvide jamás. Necesitamos jóvenes concenciados con la conservación del Lobo. Esta especie es un lujo en nuestra provincia y Comunidad.
      Gracias por el comentario y Saludos

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias Jose,
      ha sido una suerte enorme poder disfrutar del Lobo en León, una pena que siga teniendo tantos detractores entre los habitantes de la montaña. Algunos de ellos, no dudan en masacrar a esta especie que con total impunidad. Espero que más pronto que tarde esto acabe de una vez y podamos ver al Lobo con total libertad.
      Saludos

      Eliminar
  3. Felicidades Diego.
    Seguro que lo disfrutaré.
    Ya nos hubiera gustado estar allí.
    Saludos Familia.

    ResponderEliminar
  4. He querido poner, que lo disfrutaste.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pepe,
      ¡ni te imaginas los ojos de Diego al ver el Lobo!
      Seguro que habrá nuevas oportunidades para ver más Lobos juntos.

      Un Saludo

      Eliminar